El asesinato del Tribunus Plebis, Plubius Clodius (perteneciente a la familia aristocrática de los Cludios, pero hecho adoptar por un plebeyo y como consecuencia plebeyizado su nombre), entre otros acontecimientos graves producidos en la metrópoli, obligan a Julio César a replegarse a la Galia Transalpina. Este hecho infundió valor a los pueblos galos, que, reunidos en territorios de los carnutes, se conjuraban contra el dominador, movidos por la ejecución de Acón, como ya sabemos, ante la que todos se sienten amenazados.
Los carnutes aseguran que no rehuirán ningún peligro en pro de la salvación común, y como no pueden darse rehenes mutuos ( que, como sabéis pertenecían a las familias de los hombres principales), para evitar dar indicios de la rebelión al Procónsul, se juramentan ante las enseñas militares, ceremonia usada por estos pueblos en momentos solemnes, de modo que , en caso de guerra, ninguno abandonará a los demás a su suerte.
Los carnutes, a las órdenes de Cotuato y Conconetoduno, acuden a Cenabo y matan a los ciudadanos romanos que residían allí para comerciar, entre ellos a C. Fufio Cita, a quien César había encargado del aprovisionamiento de trigo, y roban sus bienes. Rápidamente llega la noticia a todos los pueblos de la Galia, porque, como ocurre ante un acontecimiento de importancia, se divulga a voces por los campos y comarcas, y de este modo se va expandiendo el rumor.
La reacción de César no se hará esperar. El estadista lo relata así en el Liber VII, de sus Comentarios:
Ubi ea dies venit, Carnutes, Cotuato et Conconnetodumno ducibus, desperatis hominibus, Cenabum, signo dato, concurrunt civesque Romanos qui negotiandi causa ibi constiterant, in his C.Fufium Citam, honestum equitem Romanum, qui rei frumentariae iussu Caesaris praeerat, interficiunt bonaque eorum diripiunt."
La noticia llega al país de los Arvernos; Vercingetorix hace una leva en los campos de hombres, según César, miserables y vagabundos, así como de cuantos ciudadanos galos encuentra y les exhorta a empuñar las armas en defensa de la libertad. Con este ejército expulsa de Gergovia a sus enemigos, y tras ser proclamado rey por los suyos, envía embajadas al resto de pueblos celtas para que se sumen a su empresa. Rapidamente consigue el apoyo de los senones, parisinos, pictones, carducos, turonos, aulercos, lemovices, andes y todos los demás habitantes de las costas del océano, que le confían el mando. Los galos se unen por primera vez contra el invasor, se someten a una severa disciplina (según César por faltas ligeras, ordena cortar las orejas o sacar un ojo al sancionado y manda a los culpables a casa para que sirvan de escarmiento y amedranten a los demás con el temor del castigo).
César, informado de lo que estaba ocurriendo en la Galia, se dirige a la Provincia Transalpina y desde allí marcha a Narbona sin detenerse, pues el cadurco Lucterio seguía sumando adhesiones de otros pueblos galos. El procónsul levanta los ánimos de sus soldados y establece guarniciones entre los rutenos que dependían de la Provincia, los volcas arecómicos, los tolosanos y en torno a Narbona, lugares vecinos al enemigo. Manda que parte de las tropas de la Provincia y el refuerzo que había traído de Italia se reúnan en torno a los helvios, que limitan con los arvernos. Los bandos ya parecen delimitados.
César se dirige al país de los helvios, aunque el monte Cevena, que separa a los arvernos de los helvios, siendo entónces la época más dura del año y estando cubierto de nieve muy espesa, le estorbaba el paso. Pero las legiones estaban habituadas a trabajos muy duros, y abren caminos en la nieve, pillando por sorpresa a los galos que se creían defendidos por el monte, que jamás había cruzado ni un hombre sólo en esta época del año:
Etsi mons Cevenna, qui discludit Arvernos ab Helviis, impediebat iter altissima nive durissimo tempore anni, tamen, discussa nive in altitudinem VI pedum atque patefactis viis ita, pervenit summo labore militum ad fines Avernorum.
Quibus opressibus inopinantibus, quod se Cevenna, ut muro , munitos existimabant ac ne singulari quidem umquam homini eo tempore anni semitae patuerant, equitibus imperat ut quam latissime possint vagentur et quam maximum terrorem hostibus inferant.
Los arvernos, aterrados, piden a Vercingetorix que los protega a ellos y a sus fortunas. Éste, consciente de la situación, abandona el territorio de los bituriges y se dirige a sus territorios.
Los carnutes aseguran que no rehuirán ningún peligro en pro de la salvación común, y como no pueden darse rehenes mutuos ( que, como sabéis pertenecían a las familias de los hombres principales), para evitar dar indicios de la rebelión al Procónsul, se juramentan ante las enseñas militares, ceremonia usada por estos pueblos en momentos solemnes, de modo que , en caso de guerra, ninguno abandonará a los demás a su suerte.
Los carnutes, a las órdenes de Cotuato y Conconetoduno, acuden a Cenabo y matan a los ciudadanos romanos que residían allí para comerciar, entre ellos a C. Fufio Cita, a quien César había encargado del aprovisionamiento de trigo, y roban sus bienes. Rápidamente llega la noticia a todos los pueblos de la Galia, porque, como ocurre ante un acontecimiento de importancia, se divulga a voces por los campos y comarcas, y de este modo se va expandiendo el rumor.
La reacción de César no se hará esperar. El estadista lo relata así en el Liber VII, de sus Comentarios:
Ubi ea dies venit, Carnutes, Cotuato et Conconnetodumno ducibus, desperatis hominibus, Cenabum, signo dato, concurrunt civesque Romanos qui negotiandi causa ibi constiterant, in his C.Fufium Citam, honestum equitem Romanum, qui rei frumentariae iussu Caesaris praeerat, interficiunt bonaque eorum diripiunt."
La noticia llega al país de los Arvernos; Vercingetorix hace una leva en los campos de hombres, según César, miserables y vagabundos, así como de cuantos ciudadanos galos encuentra y les exhorta a empuñar las armas en defensa de la libertad. Con este ejército expulsa de Gergovia a sus enemigos, y tras ser proclamado rey por los suyos, envía embajadas al resto de pueblos celtas para que se sumen a su empresa. Rapidamente consigue el apoyo de los senones, parisinos, pictones, carducos, turonos, aulercos, lemovices, andes y todos los demás habitantes de las costas del océano, que le confían el mando. Los galos se unen por primera vez contra el invasor, se someten a una severa disciplina (según César por faltas ligeras, ordena cortar las orejas o sacar un ojo al sancionado y manda a los culpables a casa para que sirvan de escarmiento y amedranten a los demás con el temor del castigo).
César, informado de lo que estaba ocurriendo en la Galia, se dirige a la Provincia Transalpina y desde allí marcha a Narbona sin detenerse, pues el cadurco Lucterio seguía sumando adhesiones de otros pueblos galos. El procónsul levanta los ánimos de sus soldados y establece guarniciones entre los rutenos que dependían de la Provincia, los volcas arecómicos, los tolosanos y en torno a Narbona, lugares vecinos al enemigo. Manda que parte de las tropas de la Provincia y el refuerzo que había traído de Italia se reúnan en torno a los helvios, que limitan con los arvernos. Los bandos ya parecen delimitados.
César se dirige al país de los helvios, aunque el monte Cevena, que separa a los arvernos de los helvios, siendo entónces la época más dura del año y estando cubierto de nieve muy espesa, le estorbaba el paso. Pero las legiones estaban habituadas a trabajos muy duros, y abren caminos en la nieve, pillando por sorpresa a los galos que se creían defendidos por el monte, que jamás había cruzado ni un hombre sólo en esta época del año:
Etsi mons Cevenna, qui discludit Arvernos ab Helviis, impediebat iter altissima nive durissimo tempore anni, tamen, discussa nive in altitudinem VI pedum atque patefactis viis ita, pervenit summo labore militum ad fines Avernorum.
Quibus opressibus inopinantibus, quod se Cevenna, ut muro , munitos existimabant ac ne singulari quidem umquam homini eo tempore anni semitae patuerant, equitibus imperat ut quam latissime possint vagentur et quam maximum terrorem hostibus inferant.
Los arvernos, aterrados, piden a Vercingetorix que los protega a ellos y a sus fortunas. Éste, consciente de la situación, abandona el territorio de los bituriges y se dirige a sus territorios.
Como podéis observar no se puede ser más poco objetivo en el tratamiento de un tema histórico, y bajo el título de documental de "Historia", que no viene avalada por ningún historiador de prestigio (Mommsem, Thomas de Quincey, Adrian Goldsworthy...) El narrador ha pronunciado más veces los sustantivos brutalidad, carnicero, crueldad, que ningún otro, y hasta le niegan categoría de estratega a César, que es hoy estudiado en las Academis militares británicas.También emplean incorrectamente la palabra revolución, que, en pureza, no es aplicable hasta la Francesa de 1789.
No podemos olvidar que en el año 400 a.C. los celtas (galos) invaden Italia, (cuando Roma aún no era una potencia), derrotan a los romanos en la batalla de Alia, a las órdenes de Brenno, que asalta e incendia Roma; en tiempos de Mario este general tuvo que frenar un intento de invasión de 80.000 cimbrios y teutones que intentaban invadir Roma (Batalla de Aquae Sextiae). Se podrían poner algunos ejemplos más, de un tiempo en el que el más fuerte intentaba imponerse y dominar a los demás
Propuestas didácticas:
-Buscad información sobre Cotuato y Conconnetodumno.
-Situad en un mapa a los pueblos contendientes.
No podemos olvidar que en el año 400 a.C. los celtas (galos) invaden Italia, (cuando Roma aún no era una potencia), derrotan a los romanos en la batalla de Alia, a las órdenes de Brenno, que asalta e incendia Roma; en tiempos de Mario este general tuvo que frenar un intento de invasión de 80.000 cimbrios y teutones que intentaban invadir Roma (Batalla de Aquae Sextiae). Se podrían poner algunos ejemplos más, de un tiempo en el que el más fuerte intentaba imponerse y dominar a los demás
Propuestas didácticas:
-Buscad información sobre Cotuato y Conconnetodumno.
-Situad en un mapa a los pueblos contendientes.
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