El film de Juli Edel Julio César abarca desde la huida de Roma de César, que se negó a repudiar a su esposa Cornelia, hija de Cinna, enemigo del dictador Sila, hasta su asesinato el Idus de Marzo, llevado a cabo por un grupo de conjurados, de la facción de los Optimates, entre los que se encontraba Bruto, hijo de Servilia; esta mujer, de la familia de los Cepiones, fue la amante eterna de César, lo que ha hecho a muchos elucubrar en torno al hecho de que fuera su hijo, cosa imposible dada la escasa diferencia de edad entre ellos.
Ni el director ha sabido recrear el momento, ni el actor, Jeremy Sisto, es el adecuado para encarnar al gran hombre. Su imagen es endeble, su tono bajo y en ocasiones resulta hasta ridículo (siento decir ésto). Era una época en que los matrimonios entre los patricios se concertaban y lo que más peso tenía en las decisiones era la influencia política de las familias; es posible que Julia, hija de César se enamorara de Pompeyo, de la misma edad que su padre, pero el tratamiento es infantil, llegando éste a pedirle explicaciones por llegar a casa a las cuatro de la madrugada.¡Increible! (reloj de arena encima de la mesa).
En el film todo pierde fuerza y vigor; el gran estadista, estratega y hombre de letras se convierte en un papanatas, capitidisminuido ante un potente Pompeyo y acontecimientos como las proscripciones de Lucio Cornelio Sila, la Guerra de las Galias, el Paso del Rubicón o el Idus de Marzo son meras anécdotas. No obstante es uno de los pocos films que, aunque de mala manera, nos narra la vida de Cayo Julio César.Es una lástima.
Ni el director ha sabido recrear el momento, ni el actor, Jeremy Sisto, es el adecuado para encarnar al gran hombre. Su imagen es endeble, su tono bajo y en ocasiones resulta hasta ridículo (siento decir ésto). Era una época en que los matrimonios entre los patricios se concertaban y lo que más peso tenía en las decisiones era la influencia política de las familias; es posible que Julia, hija de César se enamorara de Pompeyo, de la misma edad que su padre, pero el tratamiento es infantil, llegando éste a pedirle explicaciones por llegar a casa a las cuatro de la madrugada.¡Increible! (reloj de arena encima de la mesa).
En el film todo pierde fuerza y vigor; el gran estadista, estratega y hombre de letras se convierte en un papanatas, capitidisminuido ante un potente Pompeyo y acontecimientos como las proscripciones de Lucio Cornelio Sila, la Guerra de las Galias, el Paso del Rubicón o el Idus de Marzo son meras anécdotas. No obstante es uno de los pocos films que, aunque de mala manera, nos narra la vida de Cayo Julio César.Es una lástima.
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